Un viejo indio estaba hablando con su nieto.
Le decía:- "Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón.Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador.
El otro está lleno de amor y compasión".
El nieto preguntó:"Abuelo, dime, Cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?"
El abuelo contestó:- "Aquel que yo alimente" . . .
Esta historia me parece muy acertada con respecto a las luchas internas de nuestro corazón, algunas veces no sabemos que hacer y hacemos lo primero que sentimos o pensamos; puede ser a veces los resultados no sean los esperados o posiblemente sean lo que pensamos o deseamos. El corazón se define como el lugar intangible donde habitan las emociones, los deseos y los sueños, es por esta razón que debemos cuidar a quien se lo entregamos.
De la abundancia del corazón habla la boca, es decir que si deseas saber lo que hay en el corazón de alguien solo escucha sus palabras y tendrás una idea de sus intenciones.
Debemos cuidar con que alimentamos nuestro corazón y debemos saber que es lo que tenemos que sacar de él; podríamos alimentarlo con sonrisas, con honestidad, con justicia, con amor y deberíamos vaciarlo de envidias, celos, rencores, odios y tristezas, Dios te dice este día "Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos". Esta es la forma en la cual tendrás un corazón sano.
viernes, 23 de enero de 2009
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